Hace seis años Fernando nos invitó a un grupo de amigos a viajar a Pacasmayo. Sunny Pacasmayo es bien, bien aburrido, estuvimos ahí como cuatro días y para divertirnos nos sentabamos frente al mar para ver como nos iban creciendo las uñas.Una noche, mi fascinación con lo tétrico y fantasmal copuló con mi obsesión de encontrar nuevas maneras de divertirme y engendraron juntas una idea bien disparatada. Alrededor de la medianoche desperté a mis amigos y les propuse el plan: teníamos que ir en ese mismo momento al cementerio de Pacasmayo a ver si se nos aparecía algo!
Yo soy escéptico pero me gustaría realmente creer que existen los fantasmas y espíritus así que me puse insistente y pinté la aventura como si de una búsqueda del Santo Grial se tratara:
"Será como en Indiana Jones, como en Drácula, ya verán!.
Menos de media hora después nos encontrabamos ya en el cementerio, bajo una luna casi llena, habiendo trepado un muro y sorteado el escaso personal de seguridad que pululaba por las inmediaciones.
Adentro vimos tumbas y criptas de todo tipo, incluso ruinas de nichos, y el grupo no encontraba un común denominador para el estado mental general, mientras mi hermano y yo estabamos tranquilos mis otros dos amigos se fluctuaban entre un nerviosismo ligero hasta llegar a ser abrazados por miedo real. Parecíamos los protagonistas de una película de horror de Ed Wood,
"Creo que he pisado un muerto!", dijo en un momento uno de mis amigos. Y se escucharon sonidos extraños, lejanos, o quizá no tanto.
Ese fue el detonante, el miedo se esparció rápidamente, segundos después todos huíamos del lugar trepando muros como si fueramos gatos, yo siguiendo a todos por inercia más que por voluntad, probablemente movido por un sentimiento de miedo primario contra el que nadie puede hacer nada.
Quizás si nos quedabamos unos minutos más hubieramos presenciado como los zombies pacasmayinos
se levantaban por todo el camposanto, rodeándonos sin albergar en sus deteriorados cuerpos piedad alguna mientras nos empezaban a devorar... o quizás se hubieran puesto a bailar Thriller. Qué habría pasado?
Alguna noche brumosa volveré al cementerio pacasmayino y lo averiguaré.
Ayer fui al almuerzo por el cumpleaños de un amigo. Un par de notas interesantes:
- Conté la cruda anécdota del día del terremoto en el que un programador de mi empresa se cruzó varios pisos más abajo con una prostituta que salía despavorida (y a medio vestir) de un departamento donde estuvo oficiando. El cliente no la acompañaba, un misterio sin resolver!
- Luego me pusé mi traje de cupido y presenté públicamente (gritando "XXX te presentó a YYY! Sí sí él es!") a un chico y una chica a quienes ya había
introducidopresentado anteriormente por el MSN. Es toda una situación cuando dos personas tímidas se conocen así de la nada, el tiempo se detiene mientras la piel adquiere matices rojizos. Yo y las 28 otras personas nos ganamos con la escena, quizás ellos dos me hayan odiado por un ratito.
